Hoy, como cada año, se ha celebrado el Festival de Eurovisión. Esta vez, ha sido Moscú la anfitriona de la fiesta musical, gracias a la victoria de Dima Bilan el año pasado.
Esta edición se recordará por un nombre, el de Alexander Rybak. Y no sólo porque sea el ganador, sino por su calidad, talento y energía que desprende en el escenario. El joven cantante noruego compone, toca el violín y transmite emociones como nadie. Sin duda, la canción “Fairytale” y la encantadora sonrisa de Alexander han conquisto Europa.
Deja un comentario